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La venta y producción de autos eléctricos es una de las tendencias más importantes del sector automotriz en los últimos años; cada vez son más las armadoras que amplían su catálogo de unidades con estas tecnologías y de usuarios que apuestan por adquirir este tipo de vehículos con el fin de generar menos emisiones de carbono y cuidar el medio ambiente.

Justo en julio pasado, la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) dio a conocer que nuestro país registró un aumento en el número de unidades electrificadas vendidas, con 398 vehículos, la cifra más alta en lo que va de este año.

Sumado a esto, varios fabricantes de vehículos cero emisiones han dado a conocer sus planes de aprovechar las oportunidades que ofrece el mercado mexicano para comercializar hasta el 10% de su producción.

Si bien la venta de autos eléctricos va avanzado en México, en el tema de la producción el escenario es totalmente
diferente.

Nuestro país ha logrado posicionarse como uno de los productores de vehículos y autopartes más importantes a nivel mundial, lo que sumado a su participación en tratados comerciales como el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y a su mano de obra, lo han convertido en una ubicación estratégica para muchas armadoras que optaron por instalarse en territorio nacional.

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Pese a que esto ha funcionado durante varios años, lo cierto que es que actualmente nuestro país quedó rezagado para la adopción de este nuevo tipo de tecnologías, y varios son ya los expertos que han señalado que México no cuenta ni con la infraestructura ni con el talento para seguir destacando, por lo que su papel podría limitarse únicamente a ser mercado de comercialización.

Infraestructura y talento, dos retos para México

Durante el foro Futuro de la Industria Automotriz en México, que se realizó hace unos días en Coahuila, diversos especialistas explicaron que nuestro país se enfrenta a dos retos principales, el  primero es que el uso de autopartes para vehículos de combustión – en cuya producción México se ubica en los primeros lugares de las listas a nivel mundial– están próximos a desaparecer.

Las empresas que forman parte de la cadena de suministro para la producción de autos convencionales deben
“adaptarse o morir”.

Varias armadoras ya han realizado inversiones para abrir o cambiar líneas de producción para vehículos eléctricos. Este cambio requiere de talento especializado que, por desgracia, no existe en nuestro país, así lo señaló Federico Cervantes, gerente de la planta de Yanfeng en México durante su participación en el Foro.

Esta carencia de talento va de la mano con el segundo reto que enfrenta nuestro país, la falta de infraestructura. Expertos como Héctor de Hoyos, ex directivo de General Motors, ha señalado para diferentes medios que México se ha quedado atrás y que requiere de una reingeniería completa para poder satisfacer las necesidades que los coches cero emisiones demandan.

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El ejemplo más claro son las estaciones de carga y servicio para estos vehículos, pues a lo largo de toda la República hay solamente 2,089 estaciones, una cifra muy inferior a la que se estima debería de haber para el crecimiento en ventas prevista para los próximos años.

Otro punto importante en este sentido es que las estaciones deberían estar disponibles tanto en vialidades como en casas o unidades residenciales, pues las primeras suelen desgastar más rápido la vida de las baterías, aunque esto implica contar con una regulación eléctrica y de materiales de instalación adecuada para este tipo de espacios domésticos.

Ante este panorama, los expertos han hecho un llamado a las empresas para “iniciar de cero”, analizar el mercado y realizar un cambio total que les permita mantenerse a la par de la transformación que está sufriendo el sector.